Exposiciones virtuales

No tendréis paz después de la guerra

Con el objetivo de cumplir con los principios de verdad, justicia y reparación, así como lograr la dignificación de las víctimas y sus familiares, la Delegación de Memoria Histórica encargó al Aula d’Història i Memòria Democràtica de la Universitat de València la realización de un  proyecto expositivo. Nació así “No tendréis paz después de la guerra”, con la voluntad de que fuese exhibida en todos aquellos municipios de la provincia que lo desearan sin ningún coste para ellos, más allá del transporte y de su montaje.

Desde el 1 de marzo de 2018, en que fue inaugurada en la Facultad de Historia de Valencia, la exposición fue exhibida en dieciocho municipios de la provincia de Valencia hasta el 19 de junio de 2019.

Con un marcado carácter didáctico, la exposición muestra, a lo largo de sus doce paneles, un recorrido  por las diferentes modalidades de la represión franquista (las reclusiones masivas, los consejos de guerra y fusilamientos, la vida en las prisiones, la violencia contra las mujeres,…) y su incidencia en las localidades valencianas, aunándose en ella tanto el rigor científico, como un contenido atrayente para los visitantes. A través de expedientes judiciales, diarios, fotografías y testimonios directos de las víctimas, el visitante es capaz de rememorar a las personas que vivieron en la provincia de Valencia durante la dictadura.

La exposición cierra su recorrido con la recreación tridimensional de una celda, para mostrar al visitante el reducido espacio en el que se hacinaban los presos y las calamitosas condiciones en que vivieron durante su cautiverio.

Las víctimas valencianas del nazismo

Con el montaje de esta exposición la Delegación de Memoria Histórica de la Diputación de Valencia pretende rendir homenaje a los 678 valencianos víctimas del nazismo y mostrar «la verdad incómoda» del infierno que vivieron antes y durante su deportación, y también tras su liberación, porque los españoles fueron los únicos que no pudieron regresar a su país de origen hasta la muerte de Franco.

La exposición reúne fotografías y otros objetos de las víctimas, cedidas por sus familias, como documentos, tarjetas postales o el uniforme que llevó Virtudes Cuevas, símbolo de la lucha contra el fascismo, en el campo de exterminio y las medallas que recibió. También han cedido materiales y documentos organismos como el Ayuntamiento de Sueca, la Universidad de Alicante, el Museo de L’Iber y el consulado de Francia en Valencia, además de diversos particulares.

El Gobierno de Hitler diseñó centenares de campos en su territorio  y por ellos pasaron o murieron 678 valencianos y valencianas. Mauthausen, Buchenwald, Dachau o Ravensbrück, apodado “El infierno de las mujeres”, fueron testigos del holocausto valenciano. Tan sólo 252 de las víctimas valencianas de Hitler fueron liberadas con vida y otras cinco consiguieron evadirse.

La exposición, que se abre con un monolito donde aparece el nombre de las víctimas agrupadas por su pueblo natal, se estructura en paneles que retratan el antes y el durante de su cautiverio, así como el después, pues la dictadura de Franco les obligó a ser apátridas y muchos de ellos tuvieron que permanecer en el exilio, principalmente en Francia. En este país algunos de los supervivientes recibieron numerosos reconocimientos. Es el caso, por ejemplo, de Virtudes Cuevas, que fue condecorada con la Orden Nacional de la Legión de Honor Francesa.

La exposición se exhibió en el Palacio de los Scala del 13 al 20 de mayo de 2019 y durante esa semana fue visitada por 1.200 personas.

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